A continuación te contamos las claves para que en tu hogar sienta el espíritu de la Navidad.

Clásicos de la decoración navideña

En primer lugar, hemos de señalar que hay cosas que nunca van a cambiar en los adornos navideños.

Nos referimos, por ejemplo, a la primacía del color verde, en la línea de la apuesta por lo natural que representan los abetos y sus ramas. El rojo, por Papá Noel, también está siempre presente. Y no hemos de olvidar las combinaciones del dorado y plateado sobre fondo negro.

Pero nos vamos a centrar en dos rincones especiales de la ornamentación tradicional de estas fechas. Vamos por partes.

La entrada de casa

La recepción del hogar tiene que ser lo suficientemente efectista como para que se note que estamos en Navidad desde que se toca a la puerta. En este sentido, una corona con elementos naturales (piñas, castañas, hojas, etc.) siempre funciona. También puedes probar a hacer una especie de envoltorio con la puerta, como si fuera un regalo.

Los arreglos de flores también forman parte de este tipo de tradiciones. ¿Y qué podemos decir de la iluminación? Crear figuras con ella sigue siendo muy apreciado y puedes optar por las bombillas led, que son de bajo consumo.

Los centros de mesa

Y, cuando hemos franqueado el hall, ya podemos dejarnos caer por la mesa. Un buen centro siempre resultará llamativo. Toma nota de las ideas que te sugerimos: un cuenco con bolas de Navidad, velas aromáticas entre cerezas, un conjunto de piñas, floreros con profusión de rojo, árboles navideños de papiroflexia, etc.

En definitiva, la Navidad, si es con decoración original en casa, va a resultar más grata para residentes y visitantes.